Cómo sofocar el fuego en una sartén

Cuando estamos con la sartén calentando, cualquier distracción puede ser nefasta. Si eso llegara a ocurrir, saber cómo sofocar el fuego en una sartén puede salvarte la vida, la cocina o tu hogar. Este tipo de incendios, por desgracia, son muy comunes, aunque afortunadamente, la gran mayoría no acaban en tragedia

Lo primero que hay que hacer es mantener la calma, aunque sepamos que en cualquier momento las cosas pueden complicarse.

Consejos para sofocar el fuego en una sartén

Lo primero que debemos hacer para tratar de apagar el fuego, es humedecer y escurrir los paños de cocina y colocarlos sobre la sartén a modo de tapa. Es importante que solo estén humedecidos, ya que la sobrecarga de agua podría empeorar la situación. En cuanto los paños húmedos estén sobre la sartén, la retiramos del fuego y apagamos la vitrocerámica o el gas.

Está rotundamente prohibido echar agua directamente al aceite caliente, eso desencadenaría una reacción muy violenta. En este caso, el agua pasaría a estado de vapor bruscamente, provocando que el aceite salte y generando llamas hacia el exterior.

En cualquier caso, si quieres quedarte más tranquilo y no arriesgarte a posibles quemaduras, existen extintores específicos para ello.

¿Qué tipos de extintores existen para el hogar?

Los extintores están dispuestos de unas etiquetas para saber de qué tipo son. Podremos ver que que llevan distintas letras como A, B C y D. Cada una de ellas está destinada a un tipo de fuego. A continuación vamos a explicarte cuáles son.

Clase A. Los fuegos de clase A son los ocasionados por algún tipo de combustible sólido, como la madera, el plástico o el cartón, por ejemplo.

Clase B. Éstos son los fuegos cuyo combustible es líquido, hablamos del aceite, la pintura o incluso la gasolina.

Clase C. Los fuegos de clase C son los que se generan por gases, como pueden ser el propano, el gas ciudad o el butano.

Clase D. Éstos fuegos son los menos comunes, ya que se generan a partir de metales como pueden ser el aluminio en polvo, el sodio o el magnesio.

 

Tipos de agentes para extintores

Existen distintos tipos de agentes dentro de cada clase de extintor. Cada uno de ellos sirve para un determinado tipo de fuego y puede resultar muy útil disponer de alguno en nuestro hogar. Los agentes extintores más comunes son los siguientes:

Extintores de agua. Son apropiados para los fuegos de tipo A, siempre y cuando no haya electricidad. Cabe recordar que el agua no es apropiada para los fuegos cuyo combustible es líquido (aceite o gasolina). El agua es más densa que ellos, por lo que se posicionan por encima de ella y no pueden extinguirse.

Extintores de agua pulverizada. Éstos son apropiados para los fuegos de clase A y B. No se tienen que utilizar si existe corriente eléctrica. En caso contrario, puede haber riesgo de electrocución. Este tipo de extintor es recomendable para barbacoas, jardines o cualquier zona exterior.

Extinción con espuma. Éstos también son ideales para los fuegos de tipo A y B. Tampoco debe utilizarse en presencia de electricidad.

Extinción de polvo. Este es el extintor más utilizado. Podemos encontrarlo en cualquier parte y sirve para apagar fuegos de clase A, B y C.

Extintor de CO2. Éste es un gas (dióxido de carbono) que no reacciona químicamente en contacto con otras sustancias. Puede utilizarse en muchos tipo de fuegos, incluso en los que conducen electricidad. No dejan residuos después de la utilización, por lo que son extintores limpios y eficaces.

Extintor tipo F. Éstos se utilizan para sofocar los fuegos generados por grasas o aceites. El agente está compuesto por acetato de potasio, el cual tiene un Ph bajo y es perfecto para cocinas.

Grupo de incendios – Extintores 

 

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